Y es por esto que no hay que tomar drogas, niños.

Lo bueno es que Pol Pot cortaría de plano esa infamia llamada «música urbana». Siempre lo veis todo desde el lado malo, che.

Apelar a la hombría para estatuir una nueva masculinidad es como aludir a los combustibles fósiles para implantar un cambio en el modelo de transporte.

Por otra parte, de la misma manera que los hombres no tenemos legitimidad para definir la femineidad (así lo considera el discurso actualmente hegemónico), las mujeres no hacéis sino un ejercicio sesgado y cínico cuando intentáis eso mismo en una inversión de tornas.

Deja de moralizar, haznos el favor.

#10 Me flipa el paternalismo que destila tu comentario.

Los mitos, narraciones fundacionales, legitimadoras, son inherentes a cualquier tipo de sociedad. Lo que es infantil es creer que 1) podemos vivir sin «cuentos» y 2) que todos los cuentos son originados en las altas instancias sociales. De hecho, yo apelo a la adhesión consciente, reflexionada, significativa, frente a eso de lo que tú hablas: la aceptación de lo dado y promovido por terceros desde sus intereses.

Y, no te engañes, que en España la gente escupa sobre su bandera no quiere decir que esto pase en otros lugares del mundo (no estoy juzgando el acto ni para bien ni para mal, estoy describiendo un hecho local que tú pareces universalizar).

#12 Sí, la bandera negra... ¿De verdad crees que es coincidencia que fuera elegida por británicos a finales del XIX siendo tal el lugar de origen de la mayoría de los corsarios de los siglos previos? ¿En qué lengua escribe Stevenson y en qué época?

Has ido a poner de ejemplo una corriente que, por su propia lógica, no refuerza personalismos ni mitología. El anarquismo es iconoclasta, es reactivo, se define por negación antes que por afirmación. Su simbología es menos la bandera propia y más la bandera de la autoridad en llamas. La Comuna de París, la Cataluña de la Guerra Civil, el makhnovismo... (doy por supuesto que tu intervención reduce anarquismo a anarcocomunismo). Esa es la referencia antes que, por delante de, el corsario del siglo XVI. Historia, realidad, compromiso, objetivos: movimiento.

Dejad de usar términos de la anglosfera por la cara. Lo digo por «parasociales».

Lo otro... Vale, te felicito por darte cuenta de que eres una persona disfuncional. Celebro que agudamente te percates de que hay muchos más disfuncionales aparte de ti. A partir de ahí, ¿qué? ¿Hacemos algo para dejar de producir como sociedad disfuncionalidades o nos volvemos todos disfuncionales y a tirar millas hasta que lleguen las robopilinguis?

No. Si lo que querías decir es que hay más acoso escolar ahora que antes (afirmación en la que discrepo), habrías dicho eso, que hay más casos.

El hecho de que te resulte llamativo no que uno sufra, sino que quien lo haga sea alguien normativo, guapo, de buena familia, significa, como mínimo, que asumes las posiciones sociales, los roles, que no problematizas las etiquetas, la normalidad. Eso apunta a empatía selectiva.

No pasa nada, esos sesgos son normales, todos sabemos que alguien guapo y bien vestido cae mejor que otro desaliñado, aun cuando el segundo sea humanamente superior. La clave es darse cuenta, hermane.

Ah, y deberíamos darle un palazo a los «expertos» en educación.

#9 Creo que no has entendido mi argumento. No se trata de que se haya sustituido unos símbolos por otros, sino del proceso por el cual símbolos de carácter político claro han dado paso a símbolos originados en el puro mercantilismo. En otras palabras, la naturaleza de los segundos los hace inocuos, débiles, para constituirse en algo más que representación de pataleta. No hay raíces en la historia, no hay compromiso; hay un acto estético, consumista. El símbolo político no es el logo, no es la marca registrada. O, mejor dicho, el nombre comercial, el dibujo con derecho de autor, es un símbolo político revestido de apoliticismo que neutraliza la subversión.

Lo que trato de exponer es que una acción de manifestación y oposición a un orden determinado es siempre, nos guste o no, política. Con este distanciamiento de la simbología de corrientes previas no se está abriendo una alternativa, una nueva corriente ideológica, sino que se está reafirmando la ideología hegemónica.

Tota la raó, Chogma. O Psigma. O Piagma.

Pon la tilde, que hay que castellanizar el apellido para borrar el rastro...

#5 La sociedad de consumo es moderna, el cosmopolitismo individualista frente a las identidades colectivas (pueblo, nación, etc.) es moderno. Ambas cosas tienen en común el sustrato ideológico liberal, el mismo que está en la base de las democracias occidentales y en instituciones como la ONU.

Creo que señalar las causas de un comportamiento actual puede servir para avanzar en el debate sobre adónde nos dirigimos como sociedad y, de paso, de recordatorio (o golpe de realidad) a todos aquellos que se consideran insertos en movimientos políticos de carácter revolucionario.

La nostalgia es la más dañina y engañosa de las emociones. No me considero nostálgico.

Toda la razón, pero hay que recalcar que debe ser una decisión personal reflexionada. En otras palabras: hay que llevar cuidado con incitar al svicidio, cosa que creo recordar está penada en España.

La misma elección de número de clases es ideológica. No hay análisis social que no parta de unos presupuestos, y nuestros amigos los sociólogos lo deberían saber. Hay quien dice que sólo hay los de abajo y los de arriba y hay quien dice que hay tantas clases como individuos. Lo difícil es justificar y delimitar cada segmento que decidamos establecer. Por aquí hay quien dice que los intereses del que gana 5 mil y del que gana mil son los mismos. ¿Y el que gana 10 mil tiene los mismos o ya es enemigo de clase? Siempre hay alguien por encima. Si fueras Roig, el de Mercadona, seguirías estando más cerca del mileurista que de Amancio Ortega (en patrimonio).

Se puede vivir sin trabajar durmiendo entre cartones y no ser privilegiado y se puede vivir trabajando con casa en una urbanización con seguridad privada, instalaciones deportivas, etc. y ser privilegiado.

#3 Sigo viéndolo como algo estético, en la medida en que el efecto que se busca es psicológico. Detrás de toda operación estética hay una inseguridad que remite a la salud mental.

No estoy condenando la operación, sólo estoy diciendo que ésta no cambia la salud física de la paciente.

¿O sigo pasando por alto algo?

#1 Coincido plenamente. Creo que un factor relevante es que la educación académica prioriza la lectoescritura como competencia central. No sé si a causa de las religiones de tradición escrita y sus textos sagrados, pero algo hay en nuestra cultura que confiere valor indiscriminado a los libros. Así, en abstracto, como si todos los libros fuesen de la misma clase. El imaginario colectivo hace el resto, el deseo de cumplir con las expectativas sociales o destacar.

#2 No me hagas la del espantapájaros. Claro que la simbología es inherente al ser humano. Somos seres simbólicos antes que racionales. Lo que yo denuncio es la depauperación de los símbolos, cuya procedencia nunca es neutra. Hablamos de productos de consumo propios de la sociedad de masas. Que muchos descontentos con el sistema utilicen esa clase de iconografía es relevante porque revela su alejamiento de la imaginería revolucionaria histórica.

#3 No soy yo muy otaku, la verdad.

Pues porque la vida en sociedad exige adaptarse a normas generales, costumbres. La racionalización del tiempo juega en ello un papel fundamental.

#1 ¿No es algo estético? Igual lo estoy entendiendo yo mal, pero creo que sí es estético.

Aquí es donde entra la indeterminada clase media, que es un cajón desastre en donde mezclarlo y diluirlo todo. No, no todo el mundo puede estudiar. Y, de hecho, y aquí es donde me salgo de la lógica economicista, no sólo hay factores económicos. Pensemos en problemas derivados de una mala convivencia familiar.

En cualquier caso, insisto, si te preocupan únicamente las condiciones laborales de tu clase, de tu ramo, no esperes empatía por quienes no estamos en tu situación. La solidaridad obrera se construye desde abajo.

¿Seguro? Hay distintas afecciones que lo pueden explicar, empezando por la diabetes. No sé, siendo sinceros, no me fijo mucho en la gente, y menos en el cuello.