La familia tradicional no me preocupa en exceso, pero en lo demás, como diría Pedro Baños, la tendencia humana por excelencia es el quítate tú que me ponga yo.

Ritos tántricos, ¿eh? Pero se te ha olvidado mezclar su sangre con tu lefa antes de beberla.

Utilizad jamones como porras.

Yo habría estado entre los que se burlasen, puedes contar con ello.

#2 :O

Tira a tu madre a un pozo.

Vale, no. Creo que mi infancia no ha sido turbia comparada con lo que leo por aquí.

#13 #16 Uh, profesores drogatas. En mi instituto había un profesor de arte del que todos sabían que le daba a la cocaína. No puedo hablar de primera mano porque a mí nunca me dio clase, pero el tío tenía una pinta volao que no me extrañaría que fuera cierto. Por lo visto se iba al baño en mitad de clase para ponerse y volvía de allí como una moto, y había testigos oculares del tío dándole a la raya al menor descuido.

También tuve uno de industriales del que se decía que esnifaba tiza, pero de ese sé que no era cierto; es sólo que el tío, que era un lerdo de cojones, no sé cómo se las apañaba para llenarse de tiza toda la cara y la ropa cuando estaba en la pizarra, y de ahí surgió lo otro con la coña.

No sé por qué, pero yo tengo varias de las historias de las que no sacan una sonrisa precisamente.

Una profesora de la ESO tenía problemas graves y daba hostias con una regla de madera en cosas cuando le daban ataques de rabia. El culmen, sin embargo, fue cuando un día rompió literalmente la regla en la cabeza de un repetidor que era un hijo de puta y no dejaba dar la clase. Estoy seguro de que se lo esperaba, porque el tío no movió ni un músculo y sólo se la quedó mirando tan chuletas como siempre. Una escena como de película.

Una profesora de educación física, tambien de la ESO, castigó a un chaval a quedarse en calzoncillos ante la clase. Me acuerdo que no nos reímos tanto como podría imaginarse porque el asunto nos generó más flipe y lástima que otra cosa.

También he tenido un par de profesoras histéricas. Una era una vieja cuyos alaridos se oían literalmente por todo el centro, y la otra una jovencilla que utilizaba alaridos incoherentes como arma sónica contra tus tímpanos si le tocabas mucho los ovarios.

#5 Ah, eso me ha recordado que también tuve una profesora de biología que llegaba como mínimo 20 minutos tarde cada vez que su clase era a primera hora. Era una sensación de lo más inquietante estar toda la clase esperando aún en los pasillos cuando estaban ya desiertos y sumidos en los murmullos de las clases...

Mientras escribo esto estoy pensando que he tenido una vida escolar muy turbia. Joder.

A mí no me parece que tengas poca autoestima en absoluto.

#7 Ego te absolvo.

Pero nada, la tuya en realidad ha sido una suposición muy razonable teniendo en cuenta lo forofos de las religiones abrahámicas que son los yanquis. A mí también me parecería creíble que la costumbre hubiera empezado con los colonos para parecerse a las doce tribus de Israel o algo así.

Pero por lo visto fue el pavo este, John Harvey Kellog, que estaba jodidísimo de la cabeza, el que popularizó el asunto para acabar con las pajas en América. También quería implantar la ablación del clítoris a las niñas por el mismo motivo, pero eso parece que ya no le dejaron.

#1 De práctica cultural nada. Por lo visto la circuncisión yanqui la popularizó un médico cristiano, el creador de los cereales Kellogg, para acabar con la masturbación.

Y te creerás profundo.

Te han jodido, ¿eh? Consuélate pensando que, estadísticamente hablando, lo más probable es que a la tía no le interesaras de todos modos.

Los cuchillos no son, ni legalmente ni marcialmente, la mejor arma de autodefensa. Y no digamos ya la pipa. Buena suerte jugando a ser John Wick en España, ya nos escribirás desde la cárcel si sigues vivo.

#11 Y si buscas en mi despensa, verás una lata que dice peras en almíbar.

#1 Lo mismo digo. ¿No se supone que el baby boom ocurrió en Estados Unidos y no aquí?

Y es cierto, yo estoy cansado de ver por la calle grupos de una docena de jovenzuelos como mínimo.

Eso te va a costar muchas avemarías, pecadora.

#5 Troll o no, no le falta razón. Por lo que se da a entender en el TQD, nada obligaba al follamigo a meterse en esa apuesta ni a mantener su palabra una vez perdida.

A lo mejor el problema es que tú crees que todo el mundo quiere follarte, reinona.

Porque tienes el autocontrol de un niño de tres años adicto a la cocaína.

Tu pu'a mare cabrón.