Me dan ganas de soltarles un guantazo cada vez que lo dicen. Y no solo los trabajadores, la empresa en cuanto pueda darte la espalda para ganar más dinero, lo hará. Y encima lo peor es cuando lo dicen con palabras en ingles metidas con calzador.

Para nada, es una formalidad.
Ellos saben que yo sé que me despedirían en cualquier momento y yo sé que ellos saben que yo me iría a cualquier lugar que me pagase más o mínimo estuviera más cerca de mi casa.
Es como preguntar "¿cómo estás?", nadie responde que está preocupado porque le han encontrado un bulto raro.

No perdona, he estado en dos empresas en mi vida, en la primera ganaba el doble de la que estoy actualmente y sin embargo soy intensamente más feliz en la actual porque en la que estoy se me valora, se me respeta y no estoy con un miedo permanente a que me echen.
En la oficina somos 15 personas y es un equipo y hay un buen ambiente generado por un líder, porque llamarle jefe debería considerarse delito, ya que el ha vivido lo que la mayoría ha vivido con los “malos jefes” y abrió su empresa precisamente para largarse de esa mierda de vida y aprendió a lo que no quería ser. Así que por favor no generalicemos

A mi me jode mucho mas cuando te dicen que te congelan el sueldo durante tiempos de crisis porque la empresa no gana lo que tenía previsto y cuando la cosa va bien que sobrepasa las previsiones de ganancias no nos vengan con el mismo cuento pero para subirnos el sueldo.

Si si, te valora más pero te paga la mitad.

#5 #5 nilopiensescorazon dijo: Si si, te valora más pero te paga la mitad.@nilopiensescorazon La valoración no necesariamente está ligada a una mayor remuneración económica. A lo mejor no aspiras al mismo sueldo en una pequeña "start up" que en una multinacional, pero si tus sugerencias son escuchadas, tu participación reconocida, el ambiente agradable y la gente al mando gente razonable y decente, definitivamente te vas a sentir más valorado que en un ambiente hostil por mucho que el cheque al final del mes traiga más ceros. Yo dejé la última empresa en la que trabajé porque mis aspiraciones eran otras, pero el tipo de trabajo, el ambiente y los compañeros eran tan buenos y agradables, que aún siento mucha nostalgia por los días de oficina. Y mira que el sueldo era poco, las jornadas largas y no existía el pago de horas extra. Pero era la clase de trabajo que sientes que harías gratis si no tuvieras que ganar dinero para sobrevivir.