No deja de ser el mismo criterio que hacÃa que en la edad medieval la gente tuviera que esconder su sexualidad pero en la que se hacÃan ejecuciones públicas en las plazas mayores.
Ya lo dijo George R.R Martin. Puedes describir con todo lujo de detalles como un hacha se hunde en un cráneo que nadie dice nada, pero como describas como un pene se introduce en una vagina, cuando eso trae bastante más felicidad al mundo, se cabrean
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Puritanismo estúpido, censuran una teta pero no censuran la violencia, totalmente sin sentido.
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Creo que muchos medios de comunicación deberÃan hacer un repaso a su código deontológico.
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De toda la vida ha sido más tabú una teta que un tÃo lleno de cortes, heridas y golpes clavado en una cruz.
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El de conseguir audiencia.
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Los que mandan son viejos impotentes y les da rabia excitarse para luego no poder descargar.
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El sexo tiene un contexto privado y la violencia uno publico, tan difÃcil es entenderlo.
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No depende de los periodistas, son normativas televisivas. Los telediarios son horario protegido infantil, asà que no pueden aparecer imágenes de desnudos, sexuales, etc. En cambio, la normativa no especifica nada sobre imágenes de violencia. En todo caso, como periodista, debemos plantearnos si deontológicamente se debe publicar, o cómo se debe hacer. Pero es algo que depende del periodista y de los jefes de sección y sus principios morales.
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Y sin embargo bien que sacan tetas gratuitamente y sin venir a cuento cuando hay que hablar sobre una playa.
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#1 #1 bigbangdicktheory dijo: El de sexo = Caca y Violencia = Normalsimplemente es que somos una sociedad cristiana y de siempre el sexo ha sido un tabú colosal mientras que la muerte ha sido tema diario durante toda la historia
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La última perla fue el asesinato de un hombre a tiros =S
¡Mira, tripas y violencia, qué guay! ¡Ah, Dios mÃo, un pezón, OBSCENIDAD!
Luego dicen que somos unos insensibles. Pero es que, es que, joder, que puto cinismo. Si somos capaces de comer, de masticar y tragar la comida mientras vemos el cadáver de un niño con la cabeza abierta, qué no sómos ya capaces de ver.