Y no hay mejor sensación que cambiar y convertirte en una persona mejor así que ánimo!
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Pues si tanto odias ser así haz algo para cambiar, haz lo contrario a lo que harías.
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Al final te acostumbras. Yo era un hombre apuesto, disciplinado y con una voluntad de hierro. Pero desde que perdí las piernas... Tengo que llevar un pañal encima de todo lo que me suda la polla.
He entregado mi cuerpo a la bebida, a la hierba y al tabaco, y me he convertido en lo que más odiaba: un parásito social que se pasa el día resacoso, rascándose los huevos y que se cree con derecho a pedirle ayuda a papá Estado.
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Mírame a mí, a mis 27 años sin metas en la vida..todo me da pereza...para qué esforzarme si total moriré
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#6 #6 zorra_cachonda dijo: Mírame a mí, a mis 27 años sin metas en la vida..todo me da pereza...para qué esforzarme si total moriréPues qué triste...
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#6 #6 zorra_cachonda dijo: Mírame a mí, a mis 27 años sin metas en la vida..todo me da pereza...para qué esforzarme si total moriréTú eres joven y no sabes las vueltas que puede dar la vida. No eres inútil, tienes dos brazos y dos piernas, pero te falta creer en ti.
Yo sin embargo, soy un perro viejo y maldigo cada día que vivo. Pero no soy lo suficiente valiente como para quitarme la vida, así que me dedico a parasitar y a mendigar para poder beberme un poco de whiskey o fumarme un canutillo.
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Lo que menos soportan las personas es ver sus defectos en los demás. Seguramente siempre has sido el tipo de persona que odias, sólo que no tenías la madurez necesaria para verlo. Ahora que has descubierto tus demonios, puedes combatirlos.
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Pues vuelve a cambiar.
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A veces las circunstancias de la vida te hacen cambiar y lo haces de una forma que nunca habrías creído, por ejemplo convirtiéndote en un hijo de fruta* porque los demás lo han sido contigo. Y volver atrás a ser lo que eras es difícil pero no imposible.
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#8 #8 el_cachondo_con_ruedas dijo: #6 Tú eres joven y no sabes las vueltas que puede dar la vida. No eres inútil, tienes dos brazos y dos piernas, pero te falta creer en ti.
Yo sin embargo, soy un perro viejo y maldigo cada día que vivo. Pero no soy lo suficiente valiente como para quitarme la vida, así que me dedico a parasitar y a mendigar para poder beberme un poco de whiskey o fumarme un canutillo. ¿Sin piernas eres un inútil?
Por cierto, solo pierdes cuando te rindes.
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Por lo menos te estás dando cuenta y además, sabes lo que no quieres ser.
Ánimo!
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Prueba a que te hiervan vivo, a ver si no es peor...
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He entregado mi cuerpo a la bebida, a la hierba y al tabaco, y me he convertido en lo que más odiaba: un parásito social que se pasa el día resacoso, rascándose los huevos y que se cree con derecho a pedirle ayuda a papá Estado.
Yo sin embargo, soy un perro viejo y maldigo cada día que vivo. Pero no soy lo suficiente valiente como para quitarme la vida, así que me dedico a parasitar y a mendigar para poder beberme un poco de whiskey o fumarme un canutillo.
Yo sin embargo, soy un perro viejo y maldigo cada día que vivo. Pero no soy lo suficiente valiente como para quitarme la vida, así que me dedico a parasitar y a mendigar para poder beberme un poco de whiskey o fumarme un canutillo. ¿Sin piernas eres un inútil?
Por cierto, solo pierdes cuando te rindes.
Ánimo!