O quizá las madres están condicionadas por la tradición para sostener conductas pulcras de abnegación que no son en absoluto elegidas ni conscientes. Se pone en entredicho el patriarcado sólo cuando interesa...

Tu padre es un cretino.

Tu madre, digna de admiración. Tu padre, un gilipollas, sin más. Si alguno de mis hijos fuera homosexual, solo me preocuparía que fueran felices.