Para nada, es una buena característica saber qué puedes esperar y no esperar de otras personas. Eso sí, no se debe hablar de esos criterios a los demás, se lo pueden tomar como algo personal.
Tengo un amiga que buscaba trabajo, yo podría haberla recomendado a mis jefes de entonces. Sucede que sabía que lo haría mal, se iría y mi palabra ya no sería tomada en consideración para un futuro enchufe, y no dije nada, pero tampoco expliqué a mi amiga los motivos de mi decisión.

#0 #0 un_poco_motivado dijo: , quería preguntaros, ¿soy un niñato, un egoísta, y un egocéntrico por juzgar a las personas por cómo se toman las exposiciones, los trabajos, y el estudio en general? Una compañera (hasta hace poquísimo amiga mía), me ha dicho que sí. Una cosa son los estudios, y otra la afinidad. Tengo amigos con los que no haría trabajos porque sé cómo son, pero me llevo muy bien. TQDMe gustaría decirte que no tienes razón, me gustaría, pero sí la tienes y ojalá yo hubiese podido seguir ese criterio.

Recuerdo que en una asignatura de primero de carrera teníamos que hacer un trabajo en grupos de 3 de al menos 50 páginas, y yo me puse con las dos chicas con las que mejor me llevaba. Una y yo nos pasamos dos meses para arriba y para abajo con libros de la biblioteca (el profesor nos pidió expresamente que no acudiéramos a internet) haciendo un trabajo currado, e hicimos unas 20 paginas cada una. Otra estuvo semanas posponiéndolo, se puso "en serio" los últimos 5 días, y cuando nos pasó su parte del trabajo (TRES horas antes de la de entrega) era un "collage" de 5 caras horriblemente redactadas de cosas sueltas que había copiado y pegado de internet.

Los que dicen que los trabajos hay que hacerlos con amigos son los que saben que sus amigos van a trabajar más que ellos y responsabilizarse de sus cagadas. No arriesgues una amistad y una asignatura por no quedar mal.

Teniendo una relación super buena con mi encargado, enchufé a mi amigo en cuanto hubo una plaza disponible. A los cuatro días de empezar a trabajar se pilló dos días de baja por un resfriado. A las tres semanas otra baja. Nada más volver de su segunda baja empezó a poner post-its en el escritorio de nuestro encargado con recomendaciones y quejas. Se me caía la cara de vergüenza.