#5 #5 yo11 dijo: #3 @dohe siendo honestos si lo hacen por un premio es que a lo mejor el mensaje de solidaridad no calo bien@yo11 exacto, y encima, ¿Te imaginas contabilizar y registrar uno a uno los tapones de cada niño de un colegio completo durante tres meses? Cuando yo era pequeña se hacÃan muchas cosas solidarias, como el domund, la recogida de alimentos, limpieza de sitios naturales, plantación anual de árboles... Y jamás se contabilizó ni se premió nada.
Ésta chiquilla siempre está en un concurso de algo, en navidad un concurso de decoración de las clases, en carnaval un concurso de disfraces, en fin de curso un concurso de baile, cada dos por tres un concurso de dibujo.
Yo creo que el autor tiene razón en que antes, si se premiaba a un niño por algo que habÃa hecho bien, era asà y punto, ahora si lo haces, el resto de niños se sienten "inferiores" por no conseguirlo, y ese sentimiento de frustración no saben manejarlo ni ellos ni los padres. La tendencia actual es felicitar a todos los niños y ninguno pierde, para que no se sientan tan mal, y eso es tremendamente peligroso, ya que una generación de niños que no saben tolerar la frustración, es una generación de adultos lloricas. Estoy hablando de preescolares y escolares, no más allá porque la pre y adolescencia es otra historia de competitividad.
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Pues a mà me da la impresión de todo lo contrario. La hija de mi jefe vino un dÃa llorando porque quedó segunda en la campaña de recogida de tapones solidarios por tres tapones de diferencia. Es decir, unos 500 alumnos han recogido tapones para reciclaje y alguien o varios han contado uno a uno los taponcitos para dar el reconocimiento a un ganador, y lo han anunciado de tal forma que una niña de 5 años se siente mal por no ganar.
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#3 #3 dohe dijo: Pues a mà me da la impresión de todo lo contrario. La hija de mi jefe vino un dÃa llorando porque quedó segunda en la campaña de recogida de tapones solidarios por tres tapones de diferencia. Es decir, unos 500 alumnos han recogido tapones para reciclaje y alguien o varios han contado uno a uno los taponcitos para dar el reconocimiento a un ganador, y lo han anunciado de tal forma que una niña de 5 años se siente mal por no ganar. @dohe siendo honestos si lo hacen por un premio es que a lo mejor el mensaje de solidaridad no calo bien
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eso y que a lo mejor influye que la educacion en buena parte es "memorizar y vomitar en el examen" si mis profesores me dijiesen que en el examen tendria que hacer un esquema de una red en papel de memoria y yo sufro ,pero en el packet tracer yo lo hago sin problemas
y de todos modos, para muchas cosas que en muchos casos se nos exije hacer de memoria en un examen ,a la hora de la verdad poco hay que nos sea verdaderamentre imposible tener una ayuda, ya sea del movil ,una calculadora,o una lista de cosas que hay que hacer en tal tarea
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Según yo esa fue una tendencia educativa bastante efÃmera (incluso parodiada en Los Simpson) que nunca llegó a calar en la cultura colectiva.
La solución no es ni dar premios por todo, ni obligarlos a una guerra sangrienta para obtener uno. Simplemente alentar a los niños a hacer las cosas por amor y usar como motivación la propia apreciación de su mejorÃa diaria, enseñar el trabajo en equipo y la satisfacción de sacar proyectos colectivos adelante sin que el logro ajeno demerite el propio. No se puede ser feliz ni avanzar como sociedad si no se aprende eso primero.
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Es lo irónico, la escuela más atada de manos que nunca para exigirle a los estudiantes, los niños cada vez más protegidos, pero el mundo exterior es ferozmente competitivo y cruel normal que cuando salen del colegio a enfrentar la vida acaben con depresión y hechos pedazos, si no les están dando las herramientas para defenderse.
Pues yo veo un sistema basado en la competitividad, vamos, igual que antes.
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siendo honestos ,con la expansion de internet , hoy dia hay muchos conocimientos de los que hay menos necesidad real de aprender, cuando en tu bolsillo tienes un aparato que te permite encontrar la informacion que necesites en un plis plas
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Ésta chiquilla siempre está en un concurso de algo, en navidad un concurso de decoración de las clases, en carnaval un concurso de disfraces, en fin de curso un concurso de baile, cada dos por tres un concurso de dibujo.
Por ejemplo, un compañero de clase de mi hermano, es un niño bajito y muy pequeño desde siempre y por ello necesita reafirmar siempre que una doctora le dijo que crecerÃa. Siempre necesita ganar en cualquier cosa, sino hace berrinches y se enfada, diciendo que los demás han hecho trampa e incluso sus padres lo intentan dejar de ganador.
En la escuela que estuve, habÃan grupos de niños separados por edades y las clases de los niños pequeños eran las más libres ya que se fomentaban la creatividad. Los más pequeños (3 a 8 años) pedÃan permiso para cosas tan básicas como ir al baño, beber o ir a sacarle punta a los colores y aunque habÃan ejercicios casi completamente libres, siempre tenÃan que preguntar si sus dibujos estaban bien o si ya habÃan terminado.
Creo que en esto tienen que ver mucho sus padres. Solo hay que ver los que llevan sus hijos a fútbol y en los partidos se pegan entre ellos.
y de todos modos, para muchas cosas que en muchos casos se nos exije hacer de memoria en un examen ,a la hora de la verdad poco hay que nos sea verdaderamentre imposible tener una ayuda, ya sea del movil ,una calculadora,o una lista de cosas que hay que hacer en tal tarea
Creo que en general la cultura de competitividad y premios es más perjudicial que benéfica. Empiezas a hacer las cosas y a esforzarte por el reconocimiento y no por el mero placer de hacerlo, lo que a menudo arruina la diversión y convierte hasta el más interesante de los hobbies en un evento estresante y enfocado únicamente a batir a los posibles rivales. Luego, los niños criados bajo la creencia de que las opciones son la gloria o la nada crecen y ponen la misma presión sobre sus hijos, en un intento de compensar las frustraciones que la misma implica (pues con contadas excepciones, la mayorÃa de nosotros nunca llegará a la cima de su respectiva carrera o pasatiempo), y el ominoso ciclo se repite.
La solución no es ni dar premios por todo, ni obligarlos a una guerra sangrienta para obtener uno. Simplemente alentar a los niños a hacer las cosas por amor y usar como motivación la propia apreciación de su mejorÃa diaria, enseñar el trabajo en equipo y la satisfacción de sacar proyectos colectivos adelante sin que el logro ajeno demerite el propio. No se puede ser feliz ni avanzar como sociedad si no se aprende eso primero.
En parte por la educación de los padres,como dicen. Y en parte porque los niños quieren demostrar que son los mejores,ya que piensan que si no lo son los marginaran. Si alguien es torpe,o tÃmido,o no es el mejor en algo,ya se sabe que es el blanco de los otros niños. Por desgracia,es asÃ. Aunque eso deberÃa cambiar.