#1 #1 la_igualdad_comienza_por_el_lenguaje__usad_la_x dijo: Lo que pensarán sus amigxs@la_igualdad_comienza_por_el_lenguaje__usad_la_x estáis muy pesados con las x, no sois mejores ni nada, aprender a escribir, que falta os hace.
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es normal que te metas en una carrera que no te gusta, puesto que nos metemos ''a ciegas'' prácticamente al no saber exactamente de que tratan.
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Tenía un amigo que estaba cursando una carrera que no quería por la presión de su madre (Era el típico que desde el instituto la había tenido encima y no le dejaba hacer nada. Le anulaba como persona vaya), y acabó dejándola en el último año por depresión. Todo culpa de la madre obviamente, que le hacía esforzarse hasta lo inhumano para sacar buenas notas y usarlo como le diese la gana. Es muy triste, pero ocurre... ¡Ánimo a vosotros dos!
Todos en la vida hemos tenido que buscar la carrera que nos gusta, y si, la presión de los padres por hacernos estudiar otra cosa nos daña fuertemente.
En mi caso, me tarde casi 5 años en cambiar de carrera, más que nada porque si bien mis padres aceptaron mi decisión al comienzo, por las malas decisiones de uno de ellos, se me fue al piso la posibilidad de hacerlo y el daño fue tan fuerte qué mi mamá me presionó para que mejor me quedara trabajando que estudiando.
Cuando entre a estudiar otra vez, fue una pelea incesante para que me dejaran renunciar de una vez por todas.
Y a pesar de que estoy otra vez en las mismas circunstancias, ahora tengo la ventaja de que estoy terminando al menos una carrera técnica y que en esta ocasión a pesar de la presión, no me deje derrumbar tan fácil como en el pasado.
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Me ha recordado a la madre de los goldberg (no sé si se escribe así) "He fracasado como madre" jaja
#6 #6 merula dijo: Me ha recordado a la madre de los goldberg (no sé si se escribe así) "He fracasado como madre" jaja@merula Esa serie pretender ser un Modern Family a la judía y no se le acerca ni a la altura del betún.
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@oldesnake Don't feed the troll!
En mi caso, me tarde casi 5 años en cambiar de carrera, más que nada porque si bien mis padres aceptaron mi decisión al comienzo, por las malas decisiones de uno de ellos, se me fue al piso la posibilidad de hacerlo y el daño fue tan fuerte qué mi mamá me presionó para que mejor me quedara trabajando que estudiando.
Cuando entre a estudiar otra vez, fue una pelea incesante para que me dejaran renunciar de una vez por todas.
Y a pesar de que estoy otra vez en las mismas circunstancias, ahora tengo la ventaja de que estoy terminando al menos una carrera técnica y que en esta ocasión a pesar de la presión, no me deje derrumbar tan fácil como en el pasado.