No vivo en Madrid, de hecho vivo en una ciudad bastante pequeña, por lo que no acostumbro a usar el metro.
En una ocasión fui por Madrid y tuve que tomar el metro junto a un amigo que sí estaba acostumbrado. Nos pusimos en la escalera mecánica y yo me apoyé tranquilamente en la barandilla pues en una posición normal, esperando a llegar arriba. De repente mi colega me dice que me aparte. Y yo wtf. Resulta que había una fila de personas a las que "no dejaba pasar" que trataban de subir las escaleras rápidamente. Me aparté en cuanto me dí cuenta, y esas personas mirándome con una cara como si hubiera asesinado a un bebé. Ni me pidieron paso, ni un gracias, ni nada, solo malas caras. No me había dado cuenta de que estaban ahí, tampoco estaba taponando el paso a propósito (estaba en una postura bastante natural), y tampoco nadie me pidió ni amablemente ni con malos modales que dejara paso. Ahí me dí cuenta que si el ritmo de vida en Madrid se basa en correr de metro en metro porque no puedes dejar pasar un segundo y en vivir a diario con ese estrés, esa vida no estaba hecha para mí.
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Yo no es que tenga prisa, es que me da puto asco estar ahí metido con tanta gente. Lo único que quiero es salir cuanto antes.
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Me parece estupendo que salgas con tiempo y te lo tomes con calma, pero eso de que estabas ahí tranquila sin molestar a nadie no parece cierto ya que mucha gente iba con prisa detrás de ti, y aunque no estés literalmente en el medio sino a la derecha, probablemente estuvieses estorbando, y no demuestra empatía que no te muevas, asique no esperes que te respete una turba de gente con prisa, agradece que solo te mirasen mal porque seguramente irían a trabajar y estén bastante civilizados como para " quitarte de en medio" sin más. Que entre tanta gente del metro y desconocidos para ti seguramente sería difícil encontrar móvil, asesino e incluso cuerpo. Y filosóficamente si matas a uno por el bien de cien es lo correcto asique, agradece q sigas viva.
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En una ocasión fui por Madrid y tuve que tomar el metro junto a un amigo que sí estaba acostumbrado. Nos pusimos en la escalera mecánica y yo me apoyé tranquilamente en la barandilla pues en una posición normal, esperando a llegar arriba. De repente mi colega me dice que me aparte. Y yo wtf. Resulta que había una fila de personas a las que "no dejaba pasar" que trataban de subir las escaleras rápidamente. Me aparté en cuanto me dí cuenta, y esas personas mirándome con una cara como si hubiera asesinado a un bebé. Ni me pidieron paso, ni un gracias, ni nada, solo malas caras. No me había dado cuenta de que estaban ahí, tampoco estaba taponando el paso a propósito (estaba en una postura bastante natural), y tampoco nadie me pidió ni amablemente ni con malos modales que dejara paso. Ahí me dí cuenta que si el ritmo de vida en Madrid se basa en correr de metro en metro porque no puedes dejar pasar un segundo y en vivir a diario con ese estrés, esa vida no estaba hecha para mí.