la solución es muy simple, no os caséis. Dime tu en que protege al hombre, cuando actualmente cualquier denuncia significa la prisión preventiva y si te divorcias la mujer se queda con la casa, los hijos y una pensión, yo creo que más bien es a la inversa, la protección es para la mujer y la depresión para el hombre.
No sé por qué y no me importa una puta mierda, la verdad.
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Sin ver el estudio por si resulta que se comieron un factor de confusión como correlación seria no te puedo decir gran cosa, la verdad.
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Pero dinos el estudio, ¿no, vaga de mierda?
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El autor del post obviamente se ha dejado fuera una pieza de información importante: El matrimonio tradicional es un factor de riesgo en mujeres y protector en hombres... cuando hablamos del consumo de alcohol y otras drogas. Sólo tenéis que teclear cuatro palabras clave en Google, ya que es improbable que vayáis a leer nada de Mabel Burin. Curioso cómo en vez de contrastar información os ponéis a insultar.
En respuesta al post, tiene mucho que ver con los roles del matrimonio tradicional. El rol de ama de casa es un depresógeno por varios factores. Incluso una mujer que elige ser ama de casa tiene que enfrentar el problema del "nido vacío" en algún momento, cuando no puede procrear más y los hijos se independizan. Esto puede provocar algunos desajustes psicológicos que la lleven a beber o a drogarse. Nótese, para los de ofensa fácil, que hablamos de posibilidad y estadística, no de que *todas* las amas de casa se pinchen heroína, por Dios. Los hombres en un matrimonio tradicional deben asumir una responsabilidad para con su familia y generalmente, ya sea por su propia determinación o el control de su mujer, se alejan de la bebida por ella. Por eso se dice que el matrimonio es un factor protector para él en lo relativo al consumo de alcohol y sustancias, nada más. Que cada cual saque sus conclusiones: Estas son las mías, basadas en lo que he leído y vivido personalmente.
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No te puedo explicar el motivo de algo que es falso.
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#10 #10 barton dijo: El autor del post obviamente se ha dejado fuera una pieza de información importante: El matrimonio tradicional es un factor de riesgo en mujeres y protector en hombres... cuando hablamos del consumo de alcohol y otras drogas. Sólo tenéis que teclear cuatro palabras clave en Google, ya que es improbable que vayáis a leer nada de Mabel Burin. Curioso cómo en vez de contrastar información os ponéis a insultar.
En respuesta al post, tiene mucho que ver con los roles del matrimonio tradicional. El rol de ama de casa es un depresógeno por varios factores. Incluso una mujer que elige ser ama de casa tiene que enfrentar el problema del "nido vacío" en algún momento, cuando no puede procrear más y los hijos se independizan. Esto puede provocar algunos desajustes psicológicos que la lleven a beber o a drogarse. Nótese, para los de ofensa fácil, que hablamos de posibilidad y estadística, no de que *todas* las amas de casa se pinchen heroína, por Dios. Los hombres en un matrimonio tradicional deben asumir una responsabilidad para con su familia y generalmente, ya sea por su propia determinación o el control de su mujer, se alejan de la bebida por ella. Por eso se dice que el matrimonio es un factor protector para él en lo relativo al consumo de alcohol y sustancias, nada más. Que cada cual saque sus conclusiones: Estas son las mías, basadas en lo que he leído y vivido personalmente. Para el usuario promedio de Internet es un gran desafío dar dos clics en Google para tener armas con qué rebatir un punto (o peor, lo hicieron y al no encontrar información que respalde su opinión se limitan a tirar del insulto fácil, evadiendo así un posible debate).
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Tal como menciona #10,#10 barton dijo: El autor del post obviamente se ha dejado fuera una pieza de información importante: El matrimonio tradicional es un factor de riesgo en mujeres y protector en hombres... cuando hablamos del consumo de alcohol y otras drogas. Sólo tenéis que teclear cuatro palabras clave en Google, ya que es improbable que vayáis a leer nada de Mabel Burin. Curioso cómo en vez de contrastar información os ponéis a insultar.
En respuesta al post, tiene mucho que ver con los roles del matrimonio tradicional. El rol de ama de casa es un depresógeno por varios factores. Incluso una mujer que elige ser ama de casa tiene que enfrentar el problema del "nido vacío" en algún momento, cuando no puede procrear más y los hijos se independizan. Esto puede provocar algunos desajustes psicológicos que la lleven a beber o a drogarse. Nótese, para los de ofensa fácil, que hablamos de posibilidad y estadística, no de que *todas* las amas de casa se pinchen heroína, por Dios. Los hombres en un matrimonio tradicional deben asumir una responsabilidad para con su familia y generalmente, ya sea por su propia determinación o el control de su mujer, se alejan de la bebida por ella. Por eso se dice que el matrimonio es un factor protector para él en lo relativo al consumo de alcohol y sustancias, nada más. Que cada cual saque sus conclusiones: Estas son las mías, basadas en lo que he leído y vivido personalmente. el problema parece radicar en los roles que se cumplen dentro del hogar, y en la propia naturaleza de los involucrados (no me maten), y no tanto en el matrimonio por sí solo (entiéndase un matrimonio heterosexual estándar).
Por principio, las mujeres son más vulnerables a la depresión (en una proporción que dobla o triplica la de los hombres). Las explicaciones más aceptadas hablan de una combinación de factores biológicos y hormonales (episodios como la depresión post-parto, SPM, menopausia, y la propia acción de las fluctuaciones de estrógeno y progesterona), con factores psicosociales (entre otros, la asimetría en la distribución del poder y de la carga de trabajo del hogar y la maternidad, lo que se acentúa dentro de una estructura matrimonial tradicional, que es en lo que nos enfocaremos aquí). (Más sobre la depresión en las mujeres aquí: https://www.researchgate.net/publication/276269839_La_depresion_en_las_mujeres_una_aproximacion_multidisciplinar_desde_la_perspectiva_de_genero)
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#13 #13 peppercat dijo: Tal como menciona #10, el problema parece radicar en los roles que se cumplen dentro del hogar, y en la propia naturaleza de los involucrados (no me maten), y no tanto en el matrimonio por sí solo (entiéndase un matrimonio heterosexual estándar).
Por principio, las mujeres son más vulnerables a la depresión (en una proporción que dobla o triplica la de los hombres). Las explicaciones más aceptadas hablan de una combinación de factores biológicos y hormonales (episodios como la depresión post-parto, SPM, menopausia, y la propia acción de las fluctuaciones de estrógeno y progesterona), con factores psicosociales (entre otros, la asimetría en la distribución del poder y de la carga de trabajo del hogar y la maternidad, lo que se acentúa dentro de una estructura matrimonial tradicional, que es en lo que nos enfocaremos aquí). (Más sobre la depresión en las mujeres aquí: https://www.researchgate.net/publication/276269839_La_depresion_en_las_mujeres_una_aproximacion_multidisciplinar_desde_la_perspectiva_de_genero)[Sigo] Por otro lado, el rol de ama de casa ha resultado ser depresógeno, independientemente de si quien lo lleva es un hombre o una mujer. Cuando se lleva por sí solo, es una actividad no remunerada, infravalorada por la sociedad y por la propia familia, que además suele ser una fuente limitada de satisfacción (pues el reconocimiento suele ser escaso, no existen ascensos, competencia, mejora en los ingresos, no suele ser visto como una actividad estimulante, sino necesaria, y aparte su carácter rutinario suele generar además aburrimiento). No tiene horario ni días de descanso, especialmente si hay niños de por medio, con lo que quien lo realiza puede sentirse al mismo tiempo sobrecargado por la tasa de responsabilidades y al mismo tiempo infraestimulado por el mismo.
Cuando el rol de ama de casa se compagina con un trabajo remunerado, en cambio, aparece pronto la fatiga tanto física como mental. Si bien existen nuevas actividades satisfactorias a muchos niveles, también se resiente pronto la sobrecarga de trabajo y la incompresión en ciertos ambientes familiares (quienes acusan a la mujer en cuestión de descuidar a su familia o incluso de ser egoísta), lo que implica más estrés y propensión a la depresión. De hecho, un estudio realizado por el dr. David Olson (Universidad de Minnesota) parece indicar que los matrimonios más equitativos son más felices y viven menos estrés (lo que es lógico, pues tanto el estrés de la manutención de un hogar como el estrés de las cuestiones domésticas se divide a la mitad, y además se añade la tranquilidad de saber que si surge un problema para cumplir con una de las dos partes, la otra persona está capacitada para cubrir el puesto). (Más sobre amas de casa, depresión y estrés aquí: https://intellectum.unisabana.edu.co/bitstream/handle/10818/4933/130148.pdf?seque
https://www.redalyc.org/pdf/785/78523105.pdf)
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#14 #14 peppercat dijo: #13 [Sigo] Por otro lado, el rol de ama de casa ha resultado ser depresógeno, independientemente de si quien lo lleva es un hombre o una mujer. Cuando se lleva por sí solo, es una actividad no remunerada, infravalorada por la sociedad y por la propia familia, que además suele ser una fuente limitada de satisfacción (pues el reconocimiento suele ser escaso, no existen ascensos, competencia, mejora en los ingresos, no suele ser visto como una actividad estimulante, sino necesaria, y aparte su carácter rutinario suele generar además aburrimiento). No tiene horario ni días de descanso, especialmente si hay niños de por medio, con lo que quien lo realiza puede sentirse al mismo tiempo sobrecargado por la tasa de responsabilidades y al mismo tiempo infraestimulado por el mismo.
Cuando el rol de ama de casa se compagina con un trabajo remunerado, en cambio, aparece pronto la fatiga tanto física como mental. Si bien existen nuevas actividades satisfactorias a muchos niveles, también se resiente pronto la sobrecarga de trabajo y la incompresión en ciertos ambientes familiares (quienes acusan a la mujer en cuestión de descuidar a su familia o incluso de ser egoísta), lo que implica más estrés y propensión a la depresión. De hecho, un estudio realizado por el dr. David Olson (Universidad de Minnesota) parece indicar que los matrimonios más equitativos son más felices y viven menos estrés (lo que es lógico, pues tanto el estrés de la manutención de un hogar como el estrés de las cuestiones domésticas se divide a la mitad, y además se añade la tranquilidad de saber que si surge un problema para cumplir con una de las dos partes, la otra persona está capacitada para cubrir el puesto). (Más sobre amas de casa, depresión y estrés aquí: https://intellectum.unisabana.edu.co/bitstream/handle/10818/4933/130148.pdf?seque
https://www.redalyc.org/pdf/785/78523105.pdf)[Sigo] También existe la cuestión de la distribución del poder por géneros. Obviamente en la mayoría de los países desarrollados esto puede ser un fenómeno en extinción, pero en muchas culturas las mujeres no tienen el control sobre decisiones que afectan el curso de su vida, como elegir a su cónyuge, elegir tener una profesión, la cantidad de hijos que quieren tener, o simplemente elegir no casarse. Si bien ya no son casos que abarquen todo el globo, ciertamente influyen en las estadísticas.
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#15 #15 peppercat dijo: #14 [Sigo] También existe la cuestión de la distribución del poder por géneros. Obviamente en la mayoría de los países desarrollados esto puede ser un fenómeno en extinción, pero en muchas culturas las mujeres no tienen el control sobre decisiones que afectan el curso de su vida, como elegir a su cónyuge, elegir tener una profesión, la cantidad de hijos que quieren tener, o simplemente elegir no casarse. Si bien ya no son casos que abarquen todo el globo, ciertamente influyen en las estadísticas. [Sigo] ¿Y qué pasa con los hombres? Un estudio que citaré más abajo indica que los hombres casados o que cohabitan con su pareja tienden a generar más ingresos, aspirar a puestos de trabajo más altos, tener una dieta más saludable, cuidar más de su salud, vivir más tiempo, tener una vida sexual más satisfactoria -sobre todo a nivel emocional-, entre otros beneficios. ¿Cómo es que pasa todo esto? Sencillamente es un efecto de la extensión de la figura materna y a la vez el compañerismo que tradicionalmente aporta la esposa. Esto es algo que muchos hemos vivido en la infancia: una madre dedicada suele ser sinónimo de comida caliente, casa limpia (y cálida), las preguntas de rigor sobre el día y la salud, recordatorios de visitas médicas, palabras de aliento cuando hacen falta, y cuidados amorosos que tanto bien nos hacen. Cuando nos hacemos adultos y estamos por nuestra cuenta, a menudo descuidamos nuestra propia persona en favor de actividades 'más importantes', como el trabajo. El rol tradicional tan desgastante para las mujeres es un beneficio grande para los varones, equiparable al desgaste de una madre y el beneficio que recibe un hijo. Ahí podríamos tener la clave más importante en la disparidad de los indicadores de felicidad en un matrimonio para hombres y mujeres. (Sobre los hombres, el matrimonio y la felicidad: https://ifstudies.org/ifs-admin/resources/men-and-marriage-research-brief.pdf)
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#16 #16 peppercat dijo: #15 [Sigo] ¿Y qué pasa con los hombres? Un estudio que citaré más abajo indica que los hombres casados o que cohabitan con su pareja tienden a generar más ingresos, aspirar a puestos de trabajo más altos, tener una dieta más saludable, cuidar más de su salud, vivir más tiempo, tener una vida sexual más satisfactoria -sobre todo a nivel emocional-, entre otros beneficios. ¿Cómo es que pasa todo esto? Sencillamente es un efecto de la extensión de la figura materna y a la vez el compañerismo que tradicionalmente aporta la esposa. Esto es algo que muchos hemos vivido en la infancia: una madre dedicada suele ser sinónimo de comida caliente, casa limpia (y cálida), las preguntas de rigor sobre el día y la salud, recordatorios de visitas médicas, palabras de aliento cuando hacen falta, y cuidados amorosos que tanto bien nos hacen. Cuando nos hacemos adultos y estamos por nuestra cuenta, a menudo descuidamos nuestra propia persona en favor de actividades 'más importantes', como el trabajo. El rol tradicional tan desgastante para las mujeres es un beneficio grande para los varones, equiparable al desgaste de una madre y el beneficio que recibe un hijo. Ahí podríamos tener la clave más importante en la disparidad de los indicadores de felicidad en un matrimonio para hombres y mujeres. (Sobre los hombres, el matrimonio y la felicidad: https://ifstudies.org/ifs-admin/resources/men-and-marriage-research-brief.pdf)Dicho todo esto, creo q
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#17 #17 peppercat dijo: #16 Dicho todo esto, creo q...que se me ha enviado solo xD
*creo que no es necesario aclarar que cada pareja es un mundo, y que esto son meras estadísticas. Ni todas las personas tienen las mismas fuentes de satisfacción, ni todas las dinámicas de pareja son iguales, ni todas las personas tienen la misma concepción de la felicidad. Lo ideal en todos los casos es que las parejas sean capaces de llegar a un consenso sobre las decisiones que les atañen a ambos, que la carga de trabajo (todos los tipos de trabajo) se distribuya de la forma más equitativa posible en función de las capacidades de cada uno, y que sean capaces de dialogar abiertamente y negociar en todo momento si aparece alguna cuestión que causa la infelicidad de una de las partes. La comunicación, la comprensión y la empatía son clave en todas las relaciones humanas.
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En mi familia mi madre se iba de putas mientras mi madre estaba ingresada por cáncer de mama, y yo tenia 8 años cuando me dejaba totalmente sola por las noches. En mi caso el hombre fue un hijo de puta. Pero esta situación podría pasar también si cambiamos los sexos. Todo el mundo da asco, da igual el genero.
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Siempre supe que en el fondo era una mujer, gracias por esta revelación.
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Es pura especulación (no das otra opción al no citar el estudio) pero quizas tenga que ver con el estilo de vida, con los hábitos que cambian al formar una vida de casados
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¿Por qué se supone que cambia la forma de "vivir" de la pareja una vez se casan?
¿No son acaso los mismos...?
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En respuesta al post, tiene mucho que ver con los roles del matrimonio tradicional. El rol de ama de casa es un depresógeno por varios factores. Incluso una mujer que elige ser ama de casa tiene que enfrentar el problema del "nido vacío" en algún momento, cuando no puede procrear más y los hijos se independizan. Esto puede provocar algunos desajustes psicológicos que la lleven a beber o a drogarse. Nótese, para los de ofensa fácil, que hablamos de posibilidad y estadística, no de que *todas* las amas de casa se pinchen heroína, por Dios. Los hombres en un matrimonio tradicional deben asumir una responsabilidad para con su familia y generalmente, ya sea por su propia determinación o el control de su mujer, se alejan de la bebida por ella. Por eso se dice que el matrimonio es un factor protector para él en lo relativo al consumo de alcohol y sustancias, nada más. Que cada cual saque sus conclusiones: Estas son las mías, basadas en lo que he leído y vivido personalmente.
En respuesta al post, tiene mucho que ver con los roles del matrimonio tradicional. El rol de ama de casa es un depresógeno por varios factores. Incluso una mujer que elige ser ama de casa tiene que enfrentar el problema del "nido vacío" en algún momento, cuando no puede procrear más y los hijos se independizan. Esto puede provocar algunos desajustes psicológicos que la lleven a beber o a drogarse. Nótese, para los de ofensa fácil, que hablamos de posibilidad y estadística, no de que *todas* las amas de casa se pinchen heroína, por Dios. Los hombres en un matrimonio tradicional deben asumir una responsabilidad para con su familia y generalmente, ya sea por su propia determinación o el control de su mujer, se alejan de la bebida por ella. Por eso se dice que el matrimonio es un factor protector para él en lo relativo al consumo de alcohol y sustancias, nada más. Que cada cual saque sus conclusiones: Estas son las mías, basadas en lo que he leído y vivido personalmente. Para el usuario promedio de Internet es un gran desafío dar dos clics en Google para tener armas con qué rebatir un punto (o peor, lo hicieron y al no encontrar información que respalde su opinión se limitan a tirar del insulto fácil, evadiendo así un posible debate).
En respuesta al post, tiene mucho que ver con los roles del matrimonio tradicional. El rol de ama de casa es un depresógeno por varios factores. Incluso una mujer que elige ser ama de casa tiene que enfrentar el problema del "nido vacío" en algún momento, cuando no puede procrear más y los hijos se independizan. Esto puede provocar algunos desajustes psicológicos que la lleven a beber o a drogarse. Nótese, para los de ofensa fácil, que hablamos de posibilidad y estadística, no de que *todas* las amas de casa se pinchen heroína, por Dios. Los hombres en un matrimonio tradicional deben asumir una responsabilidad para con su familia y generalmente, ya sea por su propia determinación o el control de su mujer, se alejan de la bebida por ella. Por eso se dice que el matrimonio es un factor protector para él en lo relativo al consumo de alcohol y sustancias, nada más. Que cada cual saque sus conclusiones: Estas son las mías, basadas en lo que he leído y vivido personalmente. el problema parece radicar en los roles que se cumplen dentro del hogar, y en la propia naturaleza de los involucrados (no me maten), y no tanto en el matrimonio por sí solo (entiéndase un matrimonio heterosexual estándar).
Por principio, las mujeres son más vulnerables a la depresión (en una proporción que dobla o triplica la de los hombres). Las explicaciones más aceptadas hablan de una combinación de factores biológicos y hormonales (episodios como la depresión post-parto, SPM, menopausia, y la propia acción de las fluctuaciones de estrógeno y progesterona), con factores psicosociales (entre otros, la asimetría en la distribución del poder y de la carga de trabajo del hogar y la maternidad, lo que se acentúa dentro de una estructura matrimonial tradicional, que es en lo que nos enfocaremos aquí). (Más sobre la depresión en las mujeres aquí: https://www.researchgate.net/publication/276269839_La_depresion_en_las_mujeres_una_aproximacion_multidisciplinar_desde_la_perspectiva_de_genero)
Por principio, las mujeres son más vulnerables a la depresión (en una proporción que dobla o triplica la de los hombres). Las explicaciones más aceptadas hablan de una combinación de factores biológicos y hormonales (episodios como la depresión post-parto, SPM, menopausia, y la propia acción de las fluctuaciones de estrógeno y progesterona), con factores psicosociales (entre otros, la asimetría en la distribución del poder y de la carga de trabajo del hogar y la maternidad, lo que se acentúa dentro de una estructura matrimonial tradicional, que es en lo que nos enfocaremos aquí). (Más sobre la depresión en las mujeres aquí: https://www.researchgate.net/publication/276269839_La_depresion_en_las_mujeres_una_aproximacion_multidisciplinar_desde_la_perspectiva_de_genero)[Sigo] Por otro lado, el rol de ama de casa ha resultado ser depresógeno, independientemente de si quien lo lleva es un hombre o una mujer. Cuando se lleva por sí solo, es una actividad no remunerada, infravalorada por la sociedad y por la propia familia, que además suele ser una fuente limitada de satisfacción (pues el reconocimiento suele ser escaso, no existen ascensos, competencia, mejora en los ingresos, no suele ser visto como una actividad estimulante, sino necesaria, y aparte su carácter rutinario suele generar además aburrimiento). No tiene horario ni días de descanso, especialmente si hay niños de por medio, con lo que quien lo realiza puede sentirse al mismo tiempo sobrecargado por la tasa de responsabilidades y al mismo tiempo infraestimulado por el mismo.
Cuando el rol de ama de casa se compagina con un trabajo remunerado, en cambio, aparece pronto la fatiga tanto física como mental. Si bien existen nuevas actividades satisfactorias a muchos niveles, también se resiente pronto la sobrecarga de trabajo y la incompresión en ciertos ambientes familiares (quienes acusan a la mujer en cuestión de descuidar a su familia o incluso de ser egoísta), lo que implica más estrés y propensión a la depresión. De hecho, un estudio realizado por el dr. David Olson (Universidad de Minnesota) parece indicar que los matrimonios más equitativos son más felices y viven menos estrés (lo que es lógico, pues tanto el estrés de la manutención de un hogar como el estrés de las cuestiones domésticas se divide a la mitad, y además se añade la tranquilidad de saber que si surge un problema para cumplir con una de las dos partes, la otra persona está capacitada para cubrir el puesto). (Más sobre amas de casa, depresión y estrés aquí: https://intellectum.unisabana.edu.co/bitstream/handle/10818/4933/130148.pdf?seque
https://www.redalyc.org/pdf/785/78523105.pdf)
Cuando el rol de ama de casa se compagina con un trabajo remunerado, en cambio, aparece pronto la fatiga tanto física como mental. Si bien existen nuevas actividades satisfactorias a muchos niveles, también se resiente pronto la sobrecarga de trabajo y la incompresión en ciertos ambientes familiares (quienes acusan a la mujer en cuestión de descuidar a su familia o incluso de ser egoísta), lo que implica más estrés y propensión a la depresión. De hecho, un estudio realizado por el dr. David Olson (Universidad de Minnesota) parece indicar que los matrimonios más equitativos son más felices y viven menos estrés (lo que es lógico, pues tanto el estrés de la manutención de un hogar como el estrés de las cuestiones domésticas se divide a la mitad, y además se añade la tranquilidad de saber que si surge un problema para cumplir con una de las dos partes, la otra persona está capacitada para cubrir el puesto). (Más sobre amas de casa, depresión y estrés aquí: https://intellectum.unisabana.edu.co/bitstream/handle/10818/4933/130148.pdf?seque
https://www.redalyc.org/pdf/785/78523105.pdf)[Sigo] También existe la cuestión de la distribución del poder por géneros. Obviamente en la mayoría de los países desarrollados esto puede ser un fenómeno en extinción, pero en muchas culturas las mujeres no tienen el control sobre decisiones que afectan el curso de su vida, como elegir a su cónyuge, elegir tener una profesión, la cantidad de hijos que quieren tener, o simplemente elegir no casarse. Si bien ya no son casos que abarquen todo el globo, ciertamente influyen en las estadísticas.
*creo que no es necesario aclarar que cada pareja es un mundo, y que esto son meras estadísticas. Ni todas las personas tienen las mismas fuentes de satisfacción, ni todas las dinámicas de pareja son iguales, ni todas las personas tienen la misma concepción de la felicidad. Lo ideal en todos los casos es que las parejas sean capaces de llegar a un consenso sobre las decisiones que les atañen a ambos, que la carga de trabajo (todos los tipos de trabajo) se distribuya de la forma más equitativa posible en función de las capacidades de cada uno, y que sean capaces de dialogar abiertamente y negociar en todo momento si aparece alguna cuestión que causa la infelicidad de una de las partes. La comunicación, la comprensión y la empatía son clave en todas las relaciones humanas.
¿No son acaso los mismos...?