Están locos, desnaturalizan a los pobres animales y luego se quejan cuando adoptan conductas estereotipadas y repetitivas.
Pero se alimentan de bollos, golosinas y precocinados... No puedes pedir mucho más a esos cerebros, bastante tienen con sobrevivir al paso de los días
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#1 #1 michizipi dijo: Están locos, desnaturalizan a los pobres animales y luego se quejan cuando adoptan conductas estereotipadas y repetitivas.
Pero se alimentan de bollos, golosinas y precocinados... No puedes pedir mucho más a esos cerebros, bastante tienen con sobrevivir al paso de los días El daño que hacía el séptimo arte en el pasado con producciones tipo Disney es hoy todavía mayor gracias a las miles de cuentas en redes que comparten imágenes de animales supuestamente adorables, bondadosos, entrañables y achuchables. Mientras el lobby de los psicólogos insiste en que vamos hacia una sociedad en que por fin se habla de emociones y sentimientos, lo que sucede es que la gente simplifica el complejo mundo interior humano y lo comunica a través de representaciones animales. Entre Inside Out y vídeos de gatetes, no veo yo el avance en materia de introspección... Lo que veo es infantilismo.
Es como cuando creen que un erizo está a gusto porque le están haciendo cosquillas y en realidad está sufriendo y ansioso. O como cuando creen que el perro está poniendo ojitos de ternura de manera desinteresada, y no porque haya aprendido que con esas muecas recibe premios, fundamentalmente comida.
De verdad se creen que los caballos a los que montan como actividad de domingo son dóciles porque existe un vínculo interespecie místico, y no porque desde pequeños se les ha amaestrado, incluyendo golpes y refuerzos negativos, para ser sumisos.
Luego ven un elefante y se piensan que son mansos, cuando mueren al año chafadas por estos animales muchas personas.
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Pero se alimentan de bollos, golosinas y precocinados... No puedes pedir mucho más a esos cerebros, bastante tienen con sobrevivir al paso de los días
Pero se alimentan de bollos, golosinas y precocinados... No puedes pedir mucho más a esos cerebros, bastante tienen con sobrevivir al paso de los días El daño que hacía el séptimo arte en el pasado con producciones tipo Disney es hoy todavía mayor gracias a las miles de cuentas en redes que comparten imágenes de animales supuestamente adorables, bondadosos, entrañables y achuchables. Mientras el lobby de los psicólogos insiste en que vamos hacia una sociedad en que por fin se habla de emociones y sentimientos, lo que sucede es que la gente simplifica el complejo mundo interior humano y lo comunica a través de representaciones animales. Entre Inside Out y vídeos de gatetes, no veo yo el avance en materia de introspección... Lo que veo es infantilismo.
Es como cuando creen que un erizo está a gusto porque le están haciendo cosquillas y en realidad está sufriendo y ansioso. O como cuando creen que el perro está poniendo ojitos de ternura de manera desinteresada, y no porque haya aprendido que con esas muecas recibe premios, fundamentalmente comida.
De verdad se creen que los caballos a los que montan como actividad de domingo son dóciles porque existe un vínculo interespecie místico, y no porque desde pequeños se les ha amaestrado, incluyendo golpes y refuerzos negativos, para ser sumisos.
Luego ven un elefante y se piensan que son mansos, cuando mueren al año chafadas por estos animales muchas personas.