Las madres de hoy me dais miedo, porque aparte de tener ese superpoder de todas las madres de poder avergonzar a sus hijos en todas las situaciones imaginables, sabéis usar vuestros malditos teléfonos. En mis tiempos, cuando unos padres querían que el mundo supiese lo que estaban haciendo sus hijos, tenían que asomarse al balcón a cotillear con la vecina, o mandar a buscar a un retratista para que capturase el momento en un lienzo; ahora los niños tendrán que aguantar ser fotografiados y difundidos por Whatsapp cada vez que se coman un moco o les salga una espinilla.
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#3 #3 nuisance dijo: Las madres de hoy me dais miedo, porque aparte de tener ese superpoder de todas las madres de poder avergonzar a sus hijos en todas las situaciones imaginables, sabéis usar vuestros malditos teléfonos. En mis tiempos, cuando unos padres querían que el mundo supiese lo que estaban haciendo sus hijos, tenían que asomarse al balcón a cotillear con la vecina, o mandar a buscar a un retratista para que capturase el momento en un lienzo; ahora los niños tendrán que aguantar ser fotografiados y difundidos por Whatsapp cada vez que se coman un moco o les salga una espinilla. Qué cargante eres.
Me encanta esto.
Próximamente en los peores cines.