#24 ¿Qué demonios ha pasado con la frase entre paréntesis? "(de las que funcionan con problemas 4)". Lo siento.

En la UMA hay pocas cosas que funcionen como debieran. En Filosofía y Letras, por ejemplo, hay apenas 6 cabinas para TeI (para , de las que funcionan con problemas 4; en las salas de informática los equipos están desfasados y algunos alumnos deben desplazarse a la Facultad de Telecomunicación (a unos 15 minutos andando) para dar las clases; hay goteras y grietas por doquier... y sólo hablo de una facultad de las que conozco.

Aun así se atreven a equipararla con los mejores centros con eso de "Campus de Excelencia Internacional".

No vale la pena relacionarse con ese tipo de gente. Si de verdad les importases no te responderían de esa manera. Tú eres tú y nada más. Y que no tengas orientación sexual o deseo no te hace ni mejor ni peor. La próxima vez diles que se metan la lengua en el culo antes de juzgar a los demás.

Yo siento algo parecido a lo tuyo, aunque no sé si debería considerarme asexual, ya que no he encontrado algo que responda exactamente a lo que yo experimento. Y no me importa el no tener deseo por nadie, ni el que me cause repulsión tener relaciones con alguien. ¡Así que pasa de todo ;)!

#25 La prohibición de comer carne de cerdo en estas culturas, más que por higiene o por el riesgo de transmitir enfermedades, fue en principio por motivos puramente de supervivencia. En esas zonas, la cría del cerdo (al contrario que otras especies) supondría un gasto de recursos demasiado elevado, además de tener en contra otros factores como el clima o la vegetación de la zona. Es decir, la prohibición de la carne de cerdo se produjo principalmente porque constituía un peligro para la supervivencia del pueblo y para el equilibrio natural.
Sobre el TQD, coincido en que me gustaría que los animales no sufrieran y tuvieran otro tipo de vida (y es posible); pero que cada uno coma lo que quiera, no sé por qué siempre se tiene que estar a la gresca. Respeto a todos y punto.

#41 (Ya acaba) Y últimamente aquí de educación en las clases (y fuera), motivación y respeto, andamos escasos. Afortunadamente no todos son de un solo montón, ni profesores, ni estudiantes.

#40 El otro problema que se plantea es que, para mí, los profesores no están para educar a los alumnos. Evidentemente, el alumno aprenderá, fuera de lo que constituye materia de clase, del profesor y de sus compañeros y es también deber del profesor (de un buen profesor) tener un saber estar, saber dirigir una clase y motivar a los alumnos, entre otras cosas. Pero no está ahí para decirle a un alumno cómo debe comportarse en clase, cómo debe tratar a un mayor (y a un profesor), a respetar a los demás, a no gritar, a no insultar... es decir, no tiene por qué enseñarle a un alumno cuál es su lugar y el comportamiento que debe tener en clase (o fuera de ella). Esa educación viene de casa.

#39 Los estudiantes de Magisterio aquí se quejan bastante a menudo de que su carrera está desprestigiada, pero deben reconocer que hay muchísimas personas que se meten ahí para no dar un palo al agua, porque es fácil y sólo se estudia en fecha de exámenes. Los que están ahí por vocación seguramente se esfuercen mucho más, se lo tomen en serio y disfruten haciendo estos estudios, y al licenciarse serán profesores de los que realmente valgan la pena tener.
Esa es la pena de Magisterio, la gran cantidad de gente que suele estar ahí metida, sin vocación, por hacer algo, para estar de fiesta toda la semana y aprobar raspando. Esto sucede, y los de Magisterio tienen que reconocerlo, aunque esa persona concretamente no sea así.

Es un tema bastante peliagudo. Yo afortunadamente tengo hasta ahora unos buenos profesores en la Universidad; unos mejores que otros, pero eso siempre sucede. He conocido profesores de todo tipo, y estoy de acuerdo en que, de forma general, el sistema educativo en España no se puede comparar con otros lugares. Los habrá peores, clarísimamente, pero también los hay mucho mejores, como, de nuevo, en general, suele ocurrir en los países nórdicos (al menos hasta donde yo sé, no he tenido la oportunidad de comprobarlo personalmente).